Solo hizo un gesto, extendió su mano indicando el hueco libre que quedaba...
No hicieron falta palabras, era una invitación para que me sentara... una invitación a su living, a su fiesta, a su mundo...
Así pasa cuando el amor te sorprende y te hace dar cuenta que lo escrito en el alma no lo borra, ni el tiempo, ni la distancia, ni los años ni mucho menos la muerte. Es bonito soñar despierto y creer que tal vez algún día, volverás a encontrarte con los ojos más bonitos que sin darse cuenta te robó el corazón.
Así es el amor verdadero, podrán existir miles de personas, pero siempre elegimos a la misma que nos robó el corazón por siempre.
El piano de Don Ricardo Valderama, lo que quedó de aquel paraíso que soñó, nunca supo tocarlo pero ahí quedó esperando sonar la melodía que chiflaba.
No te preocupes por tenerlo todo, quizás lo consigas y no sepas que hacer, disfruta lo que tengas y mirar tu interior, queda cerca y es inmenso.
3 comentarios :
Excelente relato, bellas fotos, imperdibles tus historias panoramas! Felicitaciones!!
Historias pampeanas, perdón!
Como siempre, Seba leo tus relatos sumamente interesantes. Continúa escribiendo así y publicando tus lindas fotos. Un cariño
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